Sebastián Lauzurica:

 

La nueva generación se hace sentir


 
Días atrás irrumpió en el automovilismo nacional uno de los chicos nacidos en el karting regional, la gran escuela para transitar los pasos lógicos en los deportes mecánicos. Con solo diecinueve años Sebastián Lauzurica, en muy pocas carreras ha mostrado fibra y talento, como para estar bien arriba en el T.C. Pista. El “chico” de Vela y Tandil, no obstante algunas dificultades económicas,
está apuntando a ser otras de las ascendentes figuras dentro de una de las fuertes categorías fiscalizadas por la A.C. T.C. Con un comienzo difícil, aunque con resultados positivos, condujo el Chevrolet de José “Pepino” Malisia, posteriormente el “Seba” junto a un grupo de amigos, adquirió el “Chivo” de Carlos Garrido, uno de los mejores autos de la categoría. Con mas de una decena de carreras en su haber, Lauzurica ya cosechó dos triunfos, el primero en el autódromo Roberto Mouras de La Plata y posteriormente en el Juan Manuel Fangio de Balcarce. El piloto local conforma una de las piezas claves del T.C. Pista, categoría revelación de la presente temporada. No hay dudas que es otro de los hombres de la nueva generación que se hace sentir en el automovilismo nacional. La presencia de la máquina que representa a Tandil y Vela en los distintos circuitos del país, conducida por un piloto joven es otra de las atracciones en cada fiesta del deporte motor. La posibilidad es concreta, merced a los buenos resultados y a la superación demostrada, el “botija” representará a Tandil en la categoría mayor,
el Turismo Carretera, Es indudable que su edad es un capital invalorable para usufructuar logros y experiencia, y por ende conseguir buenos réditos en un medio altamente competitivo. Para los jóvenes la dedicación y el fervor de Lauzurica es un bastín importante donde pueden percibir su tesón y garra para llegar a sus objetivos deseados. La ciudad de Tandil, a través de la trayectoria de este novel representante, está presente en los distintos escenarios del país, ello no deja de ser una apoyatura incondicional a la industria turística de la ciudad. 
 Es hora de la nueva generación; esperemos que los mayores no comiencen a condicionarlos por haberles faltado el respeto en la pista o porque la mente de los “chiquilines” tengan una orden más rápida y práctica.
 
Tandil Magazine

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